Es muy común sobreestimar la importancia de los grandes momentos definitorios y restarle valor a la realización de pequeñas mejoras cotidianas. Con frecuencia, nos convencemos a nosotros mismos de que un enorme éxito requiere una acción igual de relevante. Ya sea que se trate perder peso, de establecer un negocio, de escribir un libro, de ganar un campeonato o de alcanzar cualquier otra meta, nos presionamos para realizar una mejora que sea digna de convulsionar al planeta y de la que todo el mundo hablará.
Por otra parte, las pequeñas mejoras del 1% son hechos apenas perceptibles. Pero a la larga pueden ser mucho más significativas. La diferencia que las pequeñas mejoras pueden provocar es realmente sorprendente. La matemática de las pequeñas mejoras funciona de la siguiente manera: si logras ser 1% mejor cada día durante un año, terminarás siendo 37 veces mejor persona al final del período. Por lo contrario, si deterioras tu conducta 1% cada día, al final de un año habrás llegado casi a 0. Lo que empieza con una pequeña ganancia o una perdida insignificante, se acumula con el tiempo y se convierte en algo grande.
1% MEJOR CADA DÍA
1% Peor cada día durante un año 0.99365= 00.03
1% Mejor cada día durante un año 1.01365=37.78
Los efectos de los pequeños hábitos a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, si logras solamente 1% mejor cada día, terminarás siendo
37 veces mejor al finalizar el año.
Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal. De la misma manera en el que el dinero se multiplica mediante el interés compuesto, los efectos de tus hábitos se multiplican en la medida que los repites cada día.
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