Las redes sociales, el trabajo en equipo, el liderazgo y todas las cualidades que requiere el éxito tienen una base: La inteligencia emocional. Conocer y dominar la naturaleza humana es el truco del éxito. La mayoría de cosas se pueden aprender con solo prestar atención a las personas que te rodean. Recuerda lo que Theodore Roosevelt decía: "A las personas no les interesa cuanto sabes, sino cuanto te interesan"
Son muchas personas que se han desarrollado en lo físico, intelectual, pero han dejado de lado la parte emotiva. El desarrollo emotivo de los niños es de gran importancia, nada se logra a plenitud sin ello. Esto no significa que queremos tener hijos emotivos, como se suele entender el significado común del término, sino que debemos educarlos a tener inteligencia emocional.
Es la clave para el desarrollo integral de las personas. No quiero decir que deben volverse fríos, insencibles, sin sentimientos; por lo contrario, queremos que aprendan a controlar sus emociones, manejarlos de la mejor manera posible para que no sufran en el futuro.
Todos sufrimos, porque todos sentimos. Se trata de conducir adecuadamente nuestras emociones, llevarlas a buen cauce para que no nos destruyan. Nuestra vida tampoco es seriedad absoluta, debemos tener buen humor. Con buen estado de ánimo las cosas fluyen mejor. Mostrarle una sonrisa a la vida es mejor que cualquier cosa, nos motiva, nos ayuda a reflexionar sobre nuestras decisiones, pero con el alma tranquila. Sin alteraciones, sin miedo, sin preocupaciones. Solo así podremos salir airosos de cualquier situación difícil.
AVECES LAS LECCIONES TARDAN
Es muchas veces difícil controlarse en el día a día. Podemos tener muchos problemas e inconvenientes, pero nunca debemos perder la cordura. ¿No te a pasado muchas veces cuando se molesta con alguien en la calle, de pronto empiezas a gritarle y a decirle lo primero que se te viene a la mente? Este es un caso muy común que aveces pasamos de inadvertido. Si antes de gritar, levantar la voz o insultar pensáramos, nos ahorraríamos grandes disgustos y pérdida de oportunidades.
Lo malo se desata cuando actuamos sin pensar. Muchas veces esta forma de reaccionar nos mete en problemas, nos hace herir a personas muy queridas y como resultado de ello nos sentimos muy mal. No suficiente con ello, las personas toman represalias. Entonces, ¿ Nos estamos buscando oportunidades o nos estamos cerrando puertas? ¿Estamos haciendo algo productivo o solo perdemos el tiempo renegando, demostrando la falta de dominio emocional?
Probablemente la madurez emocional la ganemos con los años, no obstante debemos ir formándola desde pequeños. A veces cuando ya tenemos cierta edad, damos una mirada retrospectiva a todo lo que hicimos en nuestra juventud, la manera en la que reaccionamos, lo que dijimos,etc.
Ser maduro emocionalmente no tiene que ver con ser o no ser inteligente. Se ha comprobado en mucha gente esta afirmación. Personas con gran capacidad intelectual, pero emocionalmente aún parecen niños de 4 años. Lo ideal es lograr un balance.
Por otro lado, podemos encontrar personas que mentalmente que no son tan excelentes, pero emocionalmente si lo son. Tienen un buen trato, son tranquilos, pacíficos, tolerantes, etc. Esas características propias de una persona segura de si misma, y han llegado a tener un grado de madurez que responde a su edad cronológica.
Es importante que una persona sepa autoevaluarse. Debemos analizar nuestro comportamiento en diferentes aspectos y darnos cuenta en que estamos fallando. Quizás no hemos madurado como pensamos, el lado emotivo sigue siendo uno de los pilares de nuestra vida. Sin controlarnos jamás vamos a ser completamente exitosos porque no seremos dueños de nosotros mismos.
Todos nos preguntamos ¿ Cómo hacer divertido algo que nos resulta incómodo. Pues definitivamente necesitamos mucho ingenio para lidiar con una situación así. Al final lo logremos.
Comments