Además de comer y tener una dieta de alto rendimiento, para conseguir perder peso rápidamente y mejorar el funcionamiento, deberías desarrollar el hábito de eliminar los tres venenos blancos de tu dieta: Sal, el azúcar y la harina. Este cambio es tan simple y a la vez tan poderoso que todos mis estudiantes que lo han intentado se han quedado sorprendidos de la rapidez con la que se han conseguido resultados notables.
El adulto medio necesita unos 900 gr de sal al año para el funcionamiento físico ideal. Por desgracia, el adulto promedio en EE. UU. consume mucho más que eso en diferentes formas. Casi toda la comida rápida y los aperitivos, como los cacahuates, las patatas fritas, las galletas saladas y demás. Contienen grandes cantidades de sal. Además mucha gente le añade sal a la comida antes incluso de probarla.
Cuando consumes más sal de la que necesitas, tu cuerpo lo compensa reteniendo agua para mantener la sal en solucion. Esto hace que te hinches y te sientas inflado. No solo eso; el exceso de sal también provoca el aumento de la presión arterial , la fatiga, la mala digestión, el insomnio, los tics nerviosos y la sensación general de cansancio durante todo el día.
Cuando dejes de consumir alimentos ricos en sal y dejes de añadir sal a tus comidas, inmediatamente empezarás a sentirte mejor.
Los alimentos que consumes tienen tanta sal que no necesitas añadir más. Sin quererlo ya estás comiendo demasiada sal.
Elimina todos los azúcares
El segundo veneno se encuentra en todo aquello que contenga azúcar de alguna clase. El consumo excesivo de azúcar es tan malo que en cuanto dejas de tomarlo te sientes bien casi inmediatamente.
Cuando eras niño, desarrollaste el hábito de asociar dulces a la felicidad y placer y la recompensa. De adulto, continuarás proporcionándote los mismo placeres consumiendo refrescos, dulces, pasteles y postres y todo tipo de alimentos azucarados.
Para nuestro cuerpo funcione de forma correcta no necesitamos azúcares extra. Un adulto estadounidense consume de media algo así como 34 kilos de azúcar extra al año. Simplemente eliminando todos los productos que contienen azúcar y sal, reducirás tu peso casi de forma muy rápido y eficaz.
Desarrolla el hábito de comer alimentos compuestos de carbohidratos complejos son los que se encuentran en las frutas, en las verduras y en los productos integrales. Estos alimentos contienen una gran cantidad de energía y se descomponen en el proceso digestivo para que esta energía esté disponible. Estos alimentos contienen también gran cantidad de vitaminas y minerales. Durante la digestión, se liberan las vitaminas y minerales para que tu cuerpo los utilice.
Evita el subidón de azúcar
Por otro lado, los carbohidratos simples, aquellos que se encuentran en los productos azucarados, se digieren muy rápidamente. Van directamente a la corriente sanguínea. Es por esto por lo que sientes un subidón de azúcar cuando bebes un refresco o cuando comes un donut o un chocolate. Peor aún, tu nivel de glucosa o de azúcar se dispara después de consumir un alimento o una bebida azucarada. Cuando tu nivel de azúcar se dispara, tu cuerpo entra automáticamente en un estado de emergencia y vierte rápidamente insulina en tu sistema para eliminar el exceso de azúcar. En consecuencia, en una o dos horas empiezas a sentir el bajón de energía. El exceso de insulina segregada por tu cuerpo elimina tanto azúcar que te sientes cansado o mareado incluso al cabo de 2 horas de haber consumido esa comida o bebida azucarada.
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