Un día vamos a morir, Snoopy
Cierto, Charlie, pero los otros días no.
Al observar las vidas de algunas personas, uno podría llegar a la precipitada conclusión de que no morirán nunca y de que su existencia corre ajena al tiempo.
Recientemente una persona me confesaba que se sentía infeliz y estaba infrautilizando su talento en la empresa en la que trabajaba pero que – y entonces se iluminaron sus ojos – consideraba probable que en los 10 o 15 años la pre jubilarían, y así podría cobrar su indemnización. Aunque estuve observando escrupulosamente los pliegues de la piel, los movimientos y los micro gestos faciales, tratando de detectar algo que me confirmase que formaba parte de una raza especial de inmortales que toman sus decisiones sin considerar el factor tiempo, no pude encontrar nada que me corrobore esa hipótesis.
Aunque vivamos de espaldas a ello, lo cierto es que el tiempo del que disponemos es limitado. Gran parte de las personas no se dan cuenta de que han malgastado demasiado tiempo hasta que la previsión del tiempo restante empieza a ser muy escasa.
Algunos le dedicaron un rato, cuando tenían 18 años, a pensar que querían hacer con sus vidas y cómo sería una vida de éxito; y con ello han puesto su vida en manos de la persona de 18 años que fueron. Otros le dedican un rato desganadamente en setiembre con las prisas del nuevo curso que comienza.
Es urgente que definas tu propia idea de éxito, que vivas en coherencia con lo que haz venido a hacer realmente a vivir. Es urgente que reconectes con tus deseos y que definas exactamente qué es el éxito para ti, salvo que desees vivir toda tu vida la existencia de otra persona. Algo que tiene muchas ventajas por supuesto.
Hay 2 tipos de deseos en la vida: los deseos del alma y los deseos del ego. Los primeros son los reales, los que nos hacen vibrar y soñar; son los que sabemos que son verdad al margen de lo que otras personas opinen de ti.
Por otra parte los deseos del ego , son aquellos que nos distraen y entretienen. Son los que posiblemente no están mal pero cuyo cumplimiento no hará rebosar nuestro corazón de alegría. Son aquellos los deseos que en ocasiones adoptamos como nuestros para dejarle en claro al otra persona, o a nosotros mismos que somos alguien.
Definir tu propia idea de éxito tiene que ver con tener claridad respecto de los deseos verdaderos en tu vida.
Algunas personas conectan sus deseos del alma después de haber experimentado alguna vivencia más o menos traumática; otras más afortunadas los harán sin necesidad de estas experiencias dolorosas, pero sea como fuere antes o después. Tendrás que escuchar estos deseos y cuando lo hagas no podrás seguir como si nada. Si ese momento no a llegado para ti, ojalá llegue cuanto antes para que puedas ponerte, con el ímpetu y la importancia que merece este asunto, a definir qué es eso éxito para ti.
Recordando:
1.- La conciencia de tiempo limitado en la vida nos hace tomar mejores decisiones.
2.-Hay 2 tipos de deseos: deseos del alma y deseos del Ego.
3.-Es importante definir que es éxito para ti.
HABITO : TÓMATE 2 DÍAS DEL AÑO PARA EVALUAR Y DISEÑAR TU VIDA
Un hábito que trasformará tu vida automáticamente es dedicar al menos un par de días
(de preferencia los primeros del año) a hacer una evaluación de cómo ha sido tu año anterior, en lo personal, lo profesional, lo económico, lo emocional, en la salud y el cualquier otro aspecto que consideres esencial. Escribe tus conclusiones sobre ello. Dedícate un rato. Aíslate para hacerlo. Es más importante esto que ver los saltos de esquí del primero de enero o la repetición de las uvas en la televisión.
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